sábado, 30 de agosto de 2014

Mis primeros días

Tres días han pasado desde que conocí a la que será mi familia durante los siguientes 10 meses. Muchas cosas nuevas, pero mejor empezar por el principio. El lunes 25 comenzó la que espero que sea una de las mejores experiencias de mi vida. El lunes me despedí de mis padres y de mi hermana en el Bernabeu, me monté en un autobús y marchamos al hotel a conocer a los demás becados, mis queridos Spanadians 2.0. Esa misma tarde fuimos a conocer al embajador de Canadá en España, el señor John Allen y su mujer. Pasamos una tarde divertida. El día siguiente lo dedicamos a charlas sobre Canadá, el colegio, las diferencias culturales... y el viaje.

Y también tuvimos tiempo para hacernos fotos.

Era la primera vez que montaba en avión y aunque no mucho, la verdad es que me daba un poco de respeto, no miedo, respeto. Y llegó el día en que conoceríamos Canadá. Llegamos a Barajas y me monté, por primera vez en un avión. En el despegue estaba bastante nervioso, me agarré a los reposabrazos, respiré hondo y el avión se despegó de la tierra. Al final no fue para tanto. Cruzamos el charco y aterrizamos en Toronto después de ocho horas y media, aunque no se me hizo muy largo ya que estaba sentado con Tomas y Lau y con ellos la diversión está asegurada.

Tomás, Laura y yo comiendonos la cookie del postre.
La comida en el avión estaba "deliciosa".
Pasamos la aduana e inmigración sin problemas y fuimos a recoger nuestra maleta. Todavía teníamos que coger otro vuelo de conexión para ir a Halifax, Nova Scotia. Esta vez solos, bueno que mejor compañía que los Negros Solitarios (así nos llamamos los Spanadians 2.0 que estamos en Nova Scotia, debido a un juego de palabras con las iniciales, NS). Este viaje fue más corto, solo dos horas, pero a la vez cansado después de todo el día sin parar. Cuando llegamos a Halifax eran los doce de la noche, hora local, las cinco de la mañana hora española. Todos estábamos muertos de sueño. Nos llevaron al hotel del aeropuerto, el mejor hotel que había visto nunca. Esa noche sólo pude dormir cuatro horas. Estaba muy nervioso y esa noche, cuando me vi solo en aquella lujosa habitación, fui cuando me di cuenta de que estaba fuera de casa. Llevaba ya tres días lejos de mi familia pero al hablar en Español y estar rodeado de gente maravillosa como son los Spanadians 2.0, no tenia la sensación de echar de menos mi hogar.

En el aeropuerto también tuvimos tiempo para hacernos fotos.
Los Spanadians 2.0 somos así, sacamos tiempo para todo.
Cuando me desperté me dolía mucho el estómago, necesitaba comer algo. La comida del avión no estaba muy buena y solo había comido eso y un chocolate del Tim Hortons en Toronto. Me pegué una ducha y bajé con Paula a desayunar. La gente aquí es muy maja y amable. Una vez que llené el estómago me sentía mucho mejor.
Para ir desde Halifax hasta Sydney tuvimos que montarnos en un Shuttle, que es una furgoneta para unas diez personas con lo que los canadienses se desplazan normalmente por Nova Scotia. Fue un largo viaje de cuatro horas y media.

El famoso SHUTTLE, aunque se parezca a una furgoneta de gitanos.
Paula, yo y un muy majo conductor.
Aquí nos estaban esperando nuestras host families (familias de acogida) y las coordinadoras. Me despedí de Paula y me fui con mi nueva familia. Me enseñaron la casa y me gusta mucho. Es bastante grande, de planta baja.  Todas las casas son de madera. Mi habitación está en el sótano, junto a una gran sala de estar con mesa de billar y pantalla gigante. Arriba está la cocina y el salón, sin paredes por medio, y separadas están el resto de habitaciones. Todo aquí es como en las películas americanas.

Ningún piso, todo casas. Unas más grandes, otras más pequeñas... Unas verdes, otras amarillas...
Pero esta no era la familia que me habían asignado antes. Y es que el que iba a ser mi host dad se rompió la cadera y me cambiaron de familia sin yo saberlo. Los papeles con el cambio los habían enviado pero a la agencia no le habían llegado y a mi menos. Pero bueno tras ese malentendido todo está bien ahora. Pero muy nueva familia es genial y se nota que me estaban esperando debido al kit de bienvenida que me tenían preparado: llaveros, bolígrafos, lápices, imanes, una taza... eso sí, todo con la bandera canadiense.

... una agenda, una bolsa, una bandera, cartas...
Michelle y Andrew Plumrigde a parte de ser encantadores, son un matrimonio joven sin hijos, viven temporalmente con la hermana de él y sus dos hijos, una chica de 17 y un chico de 18. También hay dos perros y dos gatos. Una casa grande llena de gente donde todos son muy majos y amables conmigo. Danielle, mi coordinadora, me llevo al Tim Hortons, Canadá está lleno de Tim Hortons, para explicarme lo que había pasado.
Todo el mundo lleva un vaso del Tim Hortons en la mano.
Después cené, a las cinco de la tarde, espaguetis y me fui a dormir. Me levanté después de doce horas, las necesitaba. Ayer me pase el día tumbado en el sofá, sin hacer nada, descansando, intentando combatir al maldito jet lag. Hasta que después de cenar mi host mum me llevó a conocer a su hermano y su familia que van a tener otro estudiante internacional de México y nos van a hacer una fiesta de bienvenida el lunes, pero bueno eso ya lo contaré en otra entrada. Y esto ha sido lo que he hecho estos días.
Saludos desde Canadá.